Noche de pasión.Era un partido de Liga, entre un aspirante a Europa y un rival consagrado que persigue su primera Champions. Pero bien pudo ser una noche europea en Cornellà-El Prat, la primera de muchas. Por la hora del partido (20:45), por la segunda mejor entrada de la temporada (27.777), por la pasión y juego del equipo de Quique Sánchez Flores y por el desenfreno que se vivió en las gradas, que esta vez sí fueron absorbidas por la energía que desprendieron los blanquiazules, quienes fueron a por el partido con convicción pese a que al final se llevaron un chasco.

Testigo de lujo. Chen, que estrenó un peinado expuesto a las comparaciones, no pudo empezar su periplo por Barcelona con buen pie, y eso que vio a uno de los mejores Espanyol de la temporada. Los rojiblancos apenas pasaron de mediocampo y en diez minutos de arreón cimentaron una victoria que para el Espanyol supone la derrota del crecimiento, porque el equipo blanquiazul defendió como siempre y jugó como nunca. “Este partido lo hemos visto muchas veces”, repetían los periodistas que siguen la actualidad del Atlético. La le llegará al Espanyol las victorias por inercia.

Los detalles. El partido se decidió en apenas dos remates. Esas inercias a las que nos referimos. Se medían los porteros más seguros del campeonato, y al final una parada de Oblak a tiro de Leo Baptistao impidió que el partido acabara en tablas. No pudo detener Diego López el talento de Griezmann, jugador que decide partidos y que el Espanyol ya ha sufrido en excesivas tardes. El punto era de justicia.

Salió de la jaula. Como lo fue la superioridad perica por el costado zurdo. Jugaba el Atlético sin lateral derecho natural, y el Espanyol aprovechó esa carencia. Un Aarón correcaminos y un Piatti acertado se echaron a lomos al equipo perico, tan ordenado como de costumbre pero con más convicción en el juego asociativo. Ese carril fue una autopista hasta que Simenone, quien no quiere dejar un cabo suelto, dio entrada a Thomas. El Cholo sabía que su gol llegaría de un fogonazo.

Europa vive. Aunque la derrota aleja al equipo de la séptima plaza, en Gijón se puede volver a aproximar. Y luego, el derbi. Otra noche europea con ¿otro desenlace?