Un juez que busca sellar la salvación

La victoria del Barcelona en el Bernabéu ha disparado el interés del duelo de Riazor, con un Depor convertido en juez de LaLiga por cosas del calendario. Pero los coruñeses tienen más cosas de las que preocuparse que de un título tan lejano. La primera, una espléndida oportunidad de rubricar la salvación tras el enésimo tropiezo del Sporting, el equipo que marca la frontera con el infierno. El colchón es de siete puntos y el golaverage, pero Tino, Pepe Mel, la plantilla y la afición quieren llegar a la meta, por una vez, por méritos propios.

Pero hay más alicientes. El primero, lógicamente, hacerlo ante el Madrid, un rival al que Riazor siempre tiene especiales ganas de hincarle el diente. También está la reciente imagen del equipo en la debacle de Anoeta, donde rozó un ridículo que quiere borrar cuanto antes. La llama de la derrota por 3-2 en el Bernabéu también sigue viva en el vestuario, tal y como recordó Andone el pasado lunes. Se saboreó la victoria, luego se mascó el empate, pero en una protestada prolongación apareció el hoy ausente Ramos. Por motivos, que no sea.