El Madrid evita un buen lío

Antes de que comenzara el tercer partido de cuartos de la Euroliga, ya me rondaba un titular por la cabeza si había derrota en Estambul: ‘El Real Madrid se mete en un buen lío’. Hasta allí llegaron los de Pablo Laso igualados en la eliminatoria (1-1) y, en consecuencia, con el factor cancha perdido. Había que lograr una victoria, sí o sí, para recuperar la iniciativa. Y se hizo con solvencia, a pesar de la agonía final: un parcial de 25-9 situó al Darussafaka a tres puntos cuando restaban menos de cinco minutos para la conclusión. Sin emoción no hay baloncesto. Esta vez no se necesitó el clásico milagro de Sergio Llull, aunque sí apareció en momentos importantes y suya fue la última canasta del encuentro (faltaría más), el definitivo 81-88 que coloca 2-1 al Real Madrid y le saca de un buen lío.

Junto a Llull también destacaron Doncic, Ayón y Carroll. El Madrid llevó siempre la batuta del partido, con ventajas que alcanzaron los 19 puntos, y sólo se atascó en ese inexplicable final. El deporte también es bello por enigmas como ese. Los de Laso tienen ahora dos oportunidades para rematar la faena. La primera, este viernes en Turquía. Y la decisiva, el martes 2 en el WiZink (para el que no me entienda, el Palacio de Deportes de toda la vida). Sería en el Día de la Comunidad de Madrid. Y para éxtasis de la capital, coincidiría con la ida de las semifinales de la Champions de fútbol: Real Madrid-Atlético. Una vez salvado el primer lío, aquí nos topamos con otro. Bien pueden ir pensando ya la Euroliga y el Madrid para que no coincidan ambos eventos. El básquet tendría mucho que perder.