Ganó la Santboiana. Simplemente fue mejor. La magia de las finales o las eliminatorias de playoff, a partido único, tiene estas cosas. No siempre el favorito cumple con los pronósticos y si la temporada pasada fue El Salvador quien se impuso pese a la teórica superioridad del VRAC , en esta ocasión lo sufrió el Chami. Y ojo que si en cuartos la Santboiana vence a Cisneros, volverá a Valladolid (esta vez a Pepe Rojo, verdadero feudo, donde ganaron los locales en fase regular) para intentar batir a los vallisoletanos. Pero eso será en tres semanas, si el Cisneros no lo evita.

En una competición, donde la sensación dicta que Chami y VRAC están a otro nivel (más por estructura de club que por juego en sí), es positivo que un equipo no pucelano sea capaz de levantar el trofeo. Abrir el abanico, sin perder el respeto al trabajo bien hecho en Valladolid (enhorabuena al alcalde, Óscar Puente, y a sus dos clubes por la plataforma RugbYA), sirve para que otras ciudades apuesten por sus clubes de rugby. La Santboiana cuenta con una solera especial, fue el primer equipo de España en practicar el deporte oval traído desde Toulouse gracias a Baldiri Aleu, pero otras entidades como La Vila (Alicante) recientemente y antes CRC Pozuelo o la misma Santboiana levantaron también el trofeo liguero. Ahora parece ser Alcobendas quien está dispuesto a amenazar la hegemonía de VRAC y Chami y eso es bueno para el Rugby. Algo que ya ocurre en el Top14 o la Premiership.