De Sandro a Sandro en Málaga

Anunció Sampaoli un calendario terrible para el Sevilla estas últimas cuatro jornadas y se confirmó en La Rosaleda. La llegada de Míchel le ha dado un último empujón al Málaga, que después de sus vaivenes con Juande y el Gato Romero termina la temporada con piernas y nuevas inquietudes. Un Málaga-Sevilla no es un partido más, no desde luego si uno vive cerquita de Martiricos. La afición no dejó que su equipo se fuese abandonase y el Málaga le puso, así lo canta su himno, coraje y corazón. Así hasta el 4-2.

Es el Málaga de Sandro, futbolista que dejó el Barça con la carta de libertad y estos días es héroe local. Ha calado y le piden que se quede. Este Sandro nos transporta a aquel, también canario (de Las Galletas), finísimo, que no pudo triunfar en el Madrid pero dejó días de gloria y huella en Málaga a principios de milenio. La derrota es dolorísisima para el Sevilla, al que Sampaoli anda intentando recomponer en este tramo final. Sin éxito, por lo que se advierte. Huérfano por diferentes cuestiones de sus jugadores franquicia (Rami, Nasri y Vitolo) encontró otra vez una versión brillante del Mudo Vázquez y destellos de Correa. Pero el Sevilla ha perdido armazón. Hace meses fue un equipo solidario, que atacaba, defendía y creía en una causa. Ya no es tan redondo. En Málaga se derrumbó al final. Su tercera plaza está ahora comprometida.