Cristiano ya es leyenda

Reyes de Madrid. Disfruté todo el día de una verdadera fiesta. Madrid, la maravillosa ciudad que me acogió cuando era un bebé de año y medio, estaba engalanada por un simple partido de fútbol. El mejor que puede verse hoy día en Europa. Era 2 de mayo. La fiesta de los madrileños. Las calles olían a euroderbi en cada esquina. Esta cuestión no resuelta del todo viene de lejos. Para nuestros abuelos y padres el Atleti siempre fue el gran rival. Yo soy más de la generación que ha crecido con un ojo puesto en el Puente Aéreo. Pero el Atleti ha entrado en nuestras vidas desde hace cuatro años. Las finales de Lisboa y Milán quedarán para siempre grabadas en nuestras memorias. Por eso, cuando estos días leía “el destino le debe al Atleti una Champions”, yo me preguntaba: “¿Y nosotros, qué? ¿No tenemos derecho a seguir haciendo historia?”. Sólo faltaba. Pues claro que sí. Ser del Madrid es emocionarte con el espíritu irreductible que te obliga a ganar siempre, sin pausas, sin tiempos muertos, sin excusas, sin pedir excedencias, sin malgastar un solo segundo en quejarte por el dolor. No hay hueco para la frustración, sólo para la superación. Por eso ayer el ambiente previo al derbi era el de una final. Sin concesiones. Sin tregua. Sin especulaciones. Sin partido de vuelta. A ‘revienta calderas’ durante noventa minutos llenos de compromiso, fe, pasión y goles. Muchos. Tres. 

Cristiano, nuestro héroe. El hombre del declive sigue levantando monumentos al fútbol. Después de meterle cinco goles a Neuer en una sola semana firmó un hat-trick memorable a Oblak, otro de los mejores porteros del mundo. Ya lo hizo en el Calderón. Y sin darse importancia. Los que le silban no es que no tengan memoria, es que no tienen perspectiva. Cristiano es una tonelada de pilas alcalinas. Jamás se agota. No se cansa de ser el number one. Le gusta la presión. Disfruta con las exigencias fanáticas que genera defender el escudo del mejor equipo de la historia del fútbol. Está en su salsa. El Atleti le motiva. Le pone. Les ha hecho 22 goles, su segunda mejor víctima sólo superada por el Sevilla (23). Está a un gol de los 400 oficiales con el Madrid. En sólo ocho años. Qué barbaridad. Vean la imagen que preside esta página. Para él se diseñó esta expresión: “Eres el p... amo”.

Con humildad. Imaginar una remontada del Atleti es una cuestión reservada para Manolete y sus acólitos. Pero ojo que hay que jugar la vuelta del Calderón como si aquí hubiésemos quedado 0-0. La grandeza del Madrid es que el día del Clásico perdió por saber morir de pie y con grandeza. Pues en el Calderón hay que ir a tope, a buscar un gran resultado y a regalar a nuestra espléndida afición un último triunfo en ese estadio del Manzanares que tan buenos recuerdos nos trae. Esto no ha acabado. Escrito queda.

Road to Cardiff. Es lícito soñar con la capital de la patria de Bale, aunque como diría un castizo “hasta el rabo todo es toro”. Me confiesan su optimismo las peñas de Sa Pobla, Campos, Andratx, María de la Salut, Son Servera y Llubí. También va por Agustín, que es como el abuelo de Heidi llevando con cariño y entrega la Federación de Peñas de Mallorca. No olvido a mi sobrinito Nico, cuya vida ha recuperado la sonrisa gracias a su Madrid. Y mi paisano Carlos Tapiador y su mujer Tomasa Moraga, de la peña Santiago Bernabéu de Malagón, que ayer celebraron sus Bodas de Oro. Y va por Cibeles. Qué guapa estás...