Carolina y Javi siembran en casa

Carolina Marín protagonizó uno de los numerosos momentazos deportivos que nos deparó el pasado domingo: su tercer título en el Europeo. La vigente campeona olímpica ya no tiene rival en el Continente. Es lo mismo que le ocurre a Javier Fernández, quíntuple campeón de Europa, con quien tiene tantísimas cosas en común. Y no solo porque ambos sean buenos amigos desde sus inicios, cuando coincidieron en el CAR de Madrid. Sobre todo, porque Carolina y Javi han logrado triunfar en dos deportes de nula tradición en España, el bádminton y el patinaje artístico sobre hielo, hasta coronarse como dobles campeones mundiales. Nada menos. Sus reinos no son de este continente. El precedente histórico que más se les acerca sería el de Severiano Ballesteros en el golf.

Con ese referente de fondo, Carolina y Javier intentan que su eclosión no sea flor de una primavera y trabajan para promocionar en España el deporte que les ha hecho grandes. Al patinador ya le hemos visto meter a 9.500 personas en el Palacio de Vistalegre, una plaza de toros que convirtió en una pista de hielo en diciembre para proyectar un espectáculo deportivo y musical majestuoso. Por cosas como esa, ayer recibió la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid. Superjavi ha manifestado, más de una vez, que cuando se retire pretende regresar a su país para formar a los patinadores del futuro. Carolina también quiere expandir el bádminton por su tierra y en abril de 2018 defenderá su título europeo en su Huelva natal, justo donde el Palacio de Deportes ya lleva su nombre: Carolina Marín.