Mark Miles y Oriol Serviá están de gira. Si alguno no conoce estos nombres, sepan que el nexo que les une es la Indycar, un equivalente a la Fórmula 1 en Estados Unidos, que les sonará más gracias a la impactante decisión de Fernando Alonso de disputar las 500 Millas de Indianápolis. Miles es su director ejecutivo y antes organizó una Super Bowl y unos Juegos Panamericanos, y gestionó durante 15 años la ATP. En esta carrera centenaria ha competido en las últimas temporadas otro español, Oriol Serviá, que cumplirá su carrera 200 en la Indycar, donde es un piloto popular. En 2012 llegó a ir líder y acabó cuarto en la Indy 500. El anuncio de Alonso ha revolucionado aquel campeonato. Y Miles ha cogido del brazo a Serviá para promocionar la carrera en cinco grandes ciudades europeas.

Este jueves estuvieron por Madrid, nos visitaron en AS y nos reconocieron que la participación de Alonso en las 500 Millas ha provocado que tanto el piloto asturiano como la F1 se hayan convertido en tendencia en USA. Allí tienen eventos de enorme prestigio. Es más: Indianápolis está considerada por muchos la mejor competición de coches del mundo. Pero, normalmente, ellos se lo guisan y ellos se lo comen. No necesitan proyección internacional. Miles, que viene del tenis, tiene otra visión. Y ha captado una oportunidad de oro para expandir su deporte y su carrera. En este intercambio ganan todos. La Indycar será más conocida en Europa, la Fórmula 1 tendrá foco en EE UU, Fernando Alonso dignifica a ambas... Y hasta nos hemos acordado que hay otro español con un enorme mérito: Oriol Serviá.