James y Morata rinden a Zidane

Simposio. Por Los Cármenes pasó una tormenta perfecta. El otro Madrid dio continuidad al recital de Riazor y dejó huella ante un Granada en ruinas. Una victoria de etiqueta de un equipo que rozó la excelencia colectiva.

Talento. Con Kovacic y James, mediapuntas mutados a interiores, rompió el Madrid bajo asociaciones interiores para después dar amplitud por los costados. Danilo, Lucas y Coentrao dan cuenta de ello. Trasladaron el balón casi sin tacha (141 pases buenos de 149).

Perfecto. Morata, olvidado por Zidane ante el Bayern, en el Clásico y en el derbi, capitaneó la ofensiva con movimientos inteligentes. Da salida al espacio y en corto y no se equivoca en la definición (15 goles en 53 disparos en la Liga). Otra actuación contundente.

En el debe. Adams acentuó la fragilidad manifiesta del Granada al adelgazar la medular. Prescindió de Uche para jugar con un 4-2-3-1. Tuvo que dar marcha atrás en el 17’ con 0-2 ya en el marcador.

Visión

Morata recibió de espaldas y se percató de la posición liberada de Lucas Vázquez en el 0-1. Malle no ayudó a la zaga granadina.

Zona de remate

James, suelto todo el partido, invadió el área local y finalizó una jugada de 23 pases del Madrid en el 0-2. Certero en todo.