Una ACB sin solidaridad

La Euroliga ha resistido la voracidad de la NBA, ha encontrado su sitio y ya sólo piensa en crecer. De 16 equipos pasará a 18. No hay fronteras. La Euroliga crece, a cambio de dejar en los huesos a las ligas domésticas. Si la ACB quiere sobrevivir, no le queda otra que reducir fechas. Hay que aligerar un calendario donde, si ya éramos pocos, también han brotado las ventanas FIBA. Los clubes españoles coinciden en el diagnóstico, pero discrepan en el tratamiento. Tanto que los cuatro gallos amenazan con irse: Real Madrid, Barcelona, Baskonia y Unicaja. La espantada de la última reunión parece más un gesto que un peligro real, pero deja clara dónde está la línea divisoria: en Europa. Su fuerza es enorme, porque con ellos dentro se negocia de otra manera un contrato de televisión o un patrocinio.

Los cuatro grandes quieren recortar días sin tocar los playoffs. Mejor menos equipos. ¿Por qué? El dinero asoma: el Baskonia ya vende las eliminatorias separadamente del abono de liga regular, y el Madrid se plantea hacerlo. Enfrente hay una postura que lidera el Valencia, el ‘quinto’ grande, más solidaria con los pequeños: 18 equipos en una liga sin cruces. En medio se estudian otras fórmulas: un playoff de cuatro, una final four... Inventos. La ACB agoniza con su modelo actual y sería bueno hallar un consenso más basado en el espectáculo que en intereses propios. Los playoffs generan un dinero extra, pero es pan para hoy y hambre para mañana. Hambre para los pequeños, porque los gigantes tienen el futuro resuelto en Europa. Sería un buen momento para la solidaridad, antes de levantarse de una silla.