El debate está en la calle. ¿Merece la afición del Manchester United el juego que propone su equipo? Demasiado conservador, con horrorosos resultados en los campos de los equipos punteros, con un exceso de empates en Old Trafford, sin grandes mejorías estadísticas comparado con el Manchester United de Louis Van Gaal. En Sky Sports Gary Neville y Jamie Carragher discutieron como hacía tiempo que no se oía en nuestras televisiones, con pasión y desde puntos de vista claramente contrarios. Gary decía que había que esperar, que si el United juega así la temporada que viene la crítica era justa; el ex del Liverpool afirmaba que no se puede tener la plantilla más cara de la historia y sólo dedicarse a defender, con extremos que hacen las veces de laterales, con seis atrás.

El caso es que ahora mismo los dos tienen razón. Mourinho está vendiendo que el equipo está por hacerse, que no ha habido tiempo o ingredientes para tenerlo al nivel que quiere. Que la temporada que viene será mejor. Mientras tanto se desdice de su opinión sobre la Europa League (se rió de Benítez cuando la consiguió con el Chelsea) y ha dejado de competir en la liga con el objetivo de llegar a la Champions llevándose el título europeo.

Pero antes debe batir al Celta. Sería muy extraño, por único, si el Celta, casi liberado de responsabilidades, no tuviera en algún momento opciones de llevarse el partido. Por eso, y porque Mourinho sabe manejar partidos de ida y vuelta como pocos, aunque siempre partiendo del trabajo de destrucción más que del de construcción, el Manchester volverá a no parecerse al United histórico.