Las dos carreras de Alonso y el brillo de Sainz

Apareció con su carrito pilotado por su amigo Alberto y se metió como un rayo en el garaje de Andretti. Mientras los cientos de aficionados que esperaban tras la valla siguieron esperando a que regresara Fernando Alonso. Mientras en el resto de boxes apenas había público la afición estadounidense seguía como si del seguimiento del cometa Halley se tratara al piloto asturiano. “Hemos venido de Chicago”, “Nuestro hijo estudia aquí y hemos venido”, “Nos hemos pagado el viaje desde Asturias, Toledo, Madrid…”. Esas frases se podían escuchar de españoles en Indianápolis. Pero sobre todo y ante todo Alonso ha ganado el mercado estadounidense. Alonso ya ha ganado Indy 500 antes de empezar la carrera. Mientras, en Mónaco el asturiano también corría con su coche, pero McLaren continuó en el desastre: los dos coches fuera por errores de sus pilotos en el gran premio que mejor les iba de la temporada.

Ganó Vettel, que va camino de su quinto titulo mundial e igualar a Fangio, le acompañó Raikkonen, que no tenía posibilidad alguna, y Ricciardo en el podio. Y sexto, lo mejor que pudo y aguantando a Hamilton y su Mercedes fue Carlos Sainz. Discutíamos un grupo de periodistas sobre cómo tratar un posible podio del madrileño en las calles del Principado. Solo pensar que podía lograrlo con un Toro Rosso da muestras del talento de un piloto que está ya entre los mejores de la F1 y que merece un volante ya. Quizá si Mercedes hubiera apostado por él en vez de Bottas ahora no le iría tan bien a Ferrari… Brilla Sainz, lanza mensajes. Mientras Alonso, su mentor, luchaba por un sueño en Estados Unidos. Si estos dos tuvieran un coche de verdad… No le sería, repito, tan fácil a Vettel este título mundial. Pero uno asombra con un coche menor y el otro está en... América.