La historia de siempre

No sonó el despertador. “¡Sveglia, sveglia!”, gritaba Allegri en el comienzo de la reanudación. Un desesperado “despertad” que no sirvió de nada. Esa Juventus atrevida, valiente, bonita y agresiva de los primeros 45 minutos había desaparecido, destrozada por un Madrid que salió a ganar y lo consiguió sin casi despeinarse. ¿Qué le pasó a los bianconeri? Desgaste físico, mental, errores tácticos. En Italia ya empezó la búsqueda del culpable, aunque, quizás, los juventinos son todos inocentes. Delante de ellos estaba un equipo sencillamente más fuerte, más acostumbrado a estas citas. La historia pesó demasiado. Y la tensión pasó factura.

Ni con cábala. Parecía estar escrito. Ayer comentamos lo del número tres, (Triplete con la tercera Champions, tras el tercer scudetto de Allegri y la tercera Copa italiana consecutiva), hace alguna semana se habló del 7 (desde 1989 y sin considerar los triunfos del Milán en 1990, 1994 y 2007, cada 7 años una Champions fue italiana). Además, la Juve había ganado sus dos Copas de Europa siempre ante el vigente campeón (Liverpool y Ajax) y eliminando en la semifinal a un equipo de la liga francesa (Burdeos y Nantes). Podía ser lo mismo con Madrid y Mónaco, pero no. Ni todas estas coincidencias, ni la cábala pudo con la maldición de los de Turín con las finales. La bonita Juve de esta temporada se fue en el descanso a los vestuarios y nunca volvió. Nueve intentos, siete derrotas. Las últimas cinco, consecutivas. Una lista cada vez más dolorosa.

Buffon, no te rindas. Ni esta vez pudo ser, Gigi. Hay quien dice, como se dijo de Totti con el Roma, “Buffon es la Juventus”. Pues el meta comparte con el club de sus amores esa maldición absurda con la Copa de Europa. Jugó tres finales y siempre las perdió. Él que es una leyenda del fútbol mundial, que a sus 39 años hizo un curso perfecto y, triunfando ayer, se habría llevado su otro sueño, el Balón de Oro. Y, en cambio, niente. Te queda al menos otro año, capitano. Y es el del Mundial. No te rindas...

La chilena y el taconazo. Mario Manduzkic recibió en Cardiff el premio por su enorme temporada. Allegri le puso de extremo y él renunció al papel de punta y a los goles para ponerse a correr en la banda izquierda, sin parar nunca. Escribió su página en la historia de la Juventus con cada gota de sudor y se merecía acabarla con una perla como fue su gol de chilena. Eso sí, será el único buen recuerdo de la enésima decepción bianconera, como aquel taconazo de Del Piero ante el Borussia Dortmund en la final del 1997.

Cayó el muro. La BBC del catenaccio, ese muro que era una pared infranqueable en esta Champions, quedó hecho polvo. Había encajado tres goles en toda la competición, le metieron cuatro en un solo partido. Perder puede pasar, pero así...

Tu toque, Zizou. “Zidane es más divertido que útil”, dijo el abogado Gianni Agnelli tras haberle vendido al Madrid. Un pragmatismo que en Turín es sagrado. “El que quiera divertirse, que se vaya al circo”, comentó Allegri hace unas semanas, hablando de su juego. Bueno, desde que es entrenador, Zizou ha demostrado ser mucho más italiano y práctico de lo imaginable. Revalorizó a un futbolista que da equilibrio como Casemiro, sacrificó a Bale para que jugara Isco y ayer hizo leyenda destrozando justo a su exequipo. Qué daño le hizo...