El día que José Pékerman fue presentado como técnico de Colombia, un periodista le preguntó si creía que le dejarían trabajar. El fútbol nacional contaba con talento, pero escaseaba en estructura, profesionalismo de los jugadores e independencia de la prensa. Desde ese momento, el argentino inició una revolución silenciosa desde las ideas y las maneras. Cinco años y medio después es quinto es el Ránking FIFA, aunque como él mismo dice, ése es un tema circunstancial.

Desde la primera convocatoria, marcó una línea de trabajo clara: privacidad, independencia y colaboración de élite en cada una de las áreas del entrenamiento. Todo muy cuestionado. La selección, uno de los bienes populares más preciados en Colombia, empezó a transformarse en un equipo de primer nivel (lo reconoció Lopetegui) gracias también a un grupo de jugadores que validaron su talento con fichajes en grandes clubes.

Ahí surgieron otros problemas, la falta de continuidad de figuras como Falcao o Cuadrado en una Premier League siempre esquiva para los colombianos. Más adelante, la novela de James en el Real Madrid tras una primera temporada brillante. Colombia ha tenido que gestionar su talento y un recambio obligado, al tiempo que ha disputado dos Copas América y la implacable eliminatoria sudamericana que ya ha dejado sin trabajo a ocho seleccionadores.

El partido frente a España en Murcia llega en un gran momento para el equipo de Pékerman, la clasificación para Rusia parece estar encaminada tras dos triunfos (ante Bolivia y Ecuador) y un segundo lugar en la tabla por defender. James cambia el chip con la selección y sabe que tiene en el argentino la contención necesaria cuando pasan cosas como las de Cardiff. “Siempre será un crack para nosotros”, dijo contundente Pékerman. “Nosotros” como un todo, a pesar de lo que piense Zidane.

Aún falta mucho en Colombia, incluso desde la infraestructura, pero la clasificación tras 16 años, el quinto lugar en el Mundial y un presente combativo indican que se ha avanzado en la dirección correcta. España es, junto a Brasil, el equipo con más peso que ha afrontado Pékerman en 21 amistosos. Se decidió por un grande porque ya piensa en Rusia. El partido en la Nueva Condomina promete por el estilo de ambos equipos. Saldrán a jugar