Pudimos ver en Murcia dos muy buenos jugadores, James e Illarramendi, tirando, cada uno en su estilo y desde su diferente posición, de dos magníficas selecciones, Colombia y España. Ambos futbolistas tienen algo en común: representan el futuro de sus respectivos países para el Mundial de Rusia, y sin embargo no han podido cuajar en el Madrid. Illarramendi regresó a la Real Sociedad. James está entre los que pueden salir este verano. Jugar en el Madrid no es fácil. Se dan muchos casos como el de James, un jugador titularísimo en su país, fichado por una morterada, protagonista en su selección y en su club de procedencia. Pero llega al Bernabéu y todo cambia.

En el Madrid sucede que la competencia es de máximo nivel. Que lo mismo que James es indiscutible en Colombia, Isco y Marco Asensio son fijos con España. La diferencia entre el uno y los otros es que James no esperaba tener que discutir por la plaza, mientras que Marco Asensio e Isco saben que para jugar en el Madrid hay que echar la puerta abajo, que diría Camacho. Es muy duro venir como líder y titular indiscutible de tu selección de jugar las eliminatorias por el Mundial y no tener garantizado el puesto en tu equipo para el partido de Liga. Esta es la exigencia del Madrid.

La sufrió Illarramendi, que debutó en Murcia con la Selección, y que ha hecho una gran temporada en la Real. Asier, que fue el faro de la Sub-21 de Lopetegui que salió Campeona de Europa, no pudo triunfar en el Madrid porque perdió la primera batalla: jugar minutos sueltos, un día más y otro menos, y aprovecharlos hasta el punto de llamar la atención. Lo que sí han podido hacer Marco Asensio e Isco. Para jugar en el Real Madrid no basta sólo con tener talento.