El Bernabéu os espera

Vaya susto. No recuerdo que De Gea tuviese que hacer una parada salvadora en el último arreón del partido, pero hay que reconocer que desde el golazo que nos enchufó el tal Ristovski nos entraron unos peligrosos sudores fríos. No olviden que Macedonia es el país de Alejandro Magno, capaz de crear un Imperio que no conocía fronteras. Se nota en su ardor guerrero para luchar pese a sus evidentes limitaciones técnicas. Macedonia no venía de celebrar ninguna Champions, ni de jugar una final de Copa, ni siquiera de disfrutar de unos días de vacaciones. Ellos no se pueden permitir esos lujos. Por eso es la selección número 124 del Ránking FIFA y España está en el top ten. Pero el fútbol es el único deporte donde esos desequilibrios, por evidentes que sean, no te garantizan la victoria. Por eso fue un alivio el pitido final de Pawel Gil. Tres puntitos y, ahora sí, todos a la playa. O de boda. El próximo fin de semana se casará Morata en Venecia y Bartra en Argentona (Barcelona). El madridista, el sábado. El exazulgrana y ahora en el Borussia, el domingo. Se dice que varios jugadores de La Roja coincidirán en ambos enlaces y que fletarán un avión privado para no perderse los ágapes nupciales. ¡Vivan los novios!

Como en casa. El Estadio Philip II de Skopje parecía campo español. Al coincidir con los colores nacionales de Macedonia, rojo y gualda, el mosaico y las butacas de las gradas reproducían los colores de España. Y en megafonía prolongaban el buen rollo poniendo el Himno a la Alegría de la Novena Sinfonía de Beethoven. Ese cariño escénico logró que España empezase el partido muy cómoda, tanto que el canario Silva amplió su idilio con el gol abriendo la lata. ¡Tiembla Fernando Torres!

Tarjeteados. El partido estaba plagado de trampas en forma de tarjetas sancionadoras. Si Ramos, Piqué, Thiago, Busquets o Diego Costa hubiesen visto una amarilla, no hubieran podido jugar la ‘final’ del 2 de septiembre ante Italia en el Bernabéu. No nos fue mal porque salieron librados, pero Ramos, Busquets y Diego Costa la rozaron. Sobre todo al protestar jugadas que ya no tenían marcha atrás. No me extraña que Lopetegui se pusiese de los nervios...

Isco, titular. El hombre de moda no podía cerrar el curso en el banquillo. Al igual que le ha pasado en el Madrid, Isco ha terminado de titular indiscutible también con España. De hecho, en el segundo tiempo fueron desfilando hacia la banda Silva, Thiago e Iniesta, pero Isco completó el partido entero. El malagueño se lo ha ganado.

Racha triunfal. Macedonia fue reconocido como país en 1991. Sólo dos años más tarde (31-3-1993), España sufrió ante Dinamarca la que ha sido su última derrota en eliminatorias mundialistas. Vamos camino del cuarto de siglo sin perder en encuentros de semejante enjundia. Eso habla muy bien de nuestro fútbol. Que dure.

De Gea, a cero. Tuvo poco trabajo y en el gol poco pudo hacer. Pero seguro que miró bien la estructura de las porterías. Aquí, en Skopje, el 8 de agosto jugará con su Manchester United la Supercopa de Europa ante el Madrid de Zidane. Ramos, Nacho, Carvajal, Isco, Morata y Asensio, sus compañeros en La Roja pero que ya no lo serán de blanco, se lo recordaron ayer entre bromas. Por cierto, me despido mandando un abrazo sincero a Manolo. Su bombo apareció. Es el bombo de España. El bombo que queremos escuchar en Rusia-2018...