Con un parcial imponente de 45-29 en la segunda parte, Valencia Basket barrió al Madrid de La Fonteta y queda a una victoria de la cima de su historia, el título de Liga. Se le podría dar muchas vueltas al asunto pero, por resumir, el Valencia vuela y el Madrid boquea. Los de Pedro Martínez juegan con ángel mientras al Madrid se le ve exhausto, con poquísima actividad defensiva y escasos recursos en ataque. Resultó esclarecedor ver al Madrid haciendo tres faltas en el último minuto del tercer cuarto y no estar en bonus. Dubljevic anota sin oposición, Thomas encuentra tiros liberados, Vives y San Emeterio marcan el ritmo del partido. Eso en ataque. Atrás, Valencia pelea los rebotes como si le fuera la vida, localiza bien los bloqueos para que Carroll no tire liberado y al Madrid se le ha empezado a encoger la muñeca. Randolph, Rudy, Nocioni, Doncic… Con Llull y Ayón empieza a no llegarle. Los 64 puntos finales son reveladores.

Así pues, el Valencia queda a una victoria de la primera Liga de su historia y el Madrid, a una del abismo. A Laso se le vio cariacontecido al final, sin demasiadas ganas de explicar la derrota y sin demasiado ánimo. Es un mal momento para el Madrid. Y es humano. Es un equipo que viene de un desgaste terrible los últimos años y, especialmente, en este. La Euroliga ha sido salvaje. Todavía, no obstante, está a tiempo de ponerse en pie. Falta una reunión, poner las cosas en orden y darle un retoque táctico al guion que está siguiendo la final. Y levantar el ánimo. Se veía mucho abatimiento en ese banquillo. El Madrid suele levantarse. Lo sabe Pedro Martínez. “Ganar tres veces seguidas al Madrid entraría en el terreno de la épica”. Lo del viernes va a ser apasionante.