Determinados eventos deportivos alcanzan la categoría de leyenda. Suelen estar relacionados con la tradición, el paso del tiempo les otorga esa pátina de excepcionalidad que los distingue. En el automovilismo, por supuesto, también ocurre y para muchos son tres las competiciones que se sitúan en esta cima de la excelencia: el GP de Mónaco de F1, las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Le Mans. La conocida como ‘Triple Corona’ se eleva a los altares del motor quizá también porque tan sólo un piloto en la historia ha sido capaz de conquistarla, Graham Hill. Ya sabemos que a Alonso se le ha metido entre ceja y ceja emular al británico, esta temporada nos lo ha confirmado con su participación en Indy, así que es obvio que tarde o temprano le veremos sentando en un monoplaza de resistencia.

Alonso ya ha ganado en Montecarlo y a punto estuvo de hacerlo al primer intento en Indianápolis, a donde volverá para rematar. Le Mans será para él otro reto apasionante, es una carrera única que, además, vive una etapa de esplendor por el interés que ha recuperado para algunas grandes marcas. Este fin de semana se celebra una nueva edición de las 24 Horas y seguro que el ovetense estará pendiente de lo que allí ocurre. No tendrá problemas para encontrar un volante competitivo cuando se lo proponga y sería fantástico verle emular a Marc Gené, a día de hoy el único español ganador de la prueba. Aunque ojalá antes de que llegue ese día podamos disfrutar comprobando que tanto talento como atesora le sirve para conseguir su triple corona particular, ese tercer título de F1 que sin duda merece.