"Ya no puedo ni correr, tío", cuenta Gustavo Kuerten, tricampeón de Roland Garros (1997, 2000 y 2001) y exnúmero uno del mundo. La leyenda viva del tenis en tierra batida "no sabe lo que es vivir sin dolor hace 14 años" y tuvo que encerrar la entrevista a la web brasileña UOL antes del previsto porque tenía que marcharse a fisioterapia.

Guga vive diariamente el reflejo de las lesiones que le obligaron a dejar una brillante carrera en su plenitud, a los 26 años, cuando empezó a pasar por varias intevenciones quirúrgicas para intentar tratar las reiteradas lesiones en la cadera y espalda.

"No me arrepiendo de haberlo llevado al límite siempre en mi carrera, pero la verdad es que cuando estás ahí, dándolo todo, no piensas en como será tu vida dentro de diez años. Pero no me puedo quejar, estoy vivo", cuenta el extenista brasileño al UOL, que cuenta llevar dos años sin coger una raqueta.

"Llevo las cosas despacio, salgo a caminar, cojo a mi hijo en brazos por la mañana, todo muy tranquilo", explica Kuerten.

El brasileño cuenta que ya superó el sentimiento de melancolia y que "el tenis ya no hace parte de su dia a dia", pero cuando se acerca de una pista en un torneo profesional, es difícil de contenerse.

"Las ganas son de sacar de allí a uno de los competidores y meterme a jugar", se ríe.

¿Y quién le gustaría enfrentar?

"Rafa Nadal, claro, es el que más se acerca de lo que hacía yo y más ganas tengo de jugar en contra y pasarlo bien", cuenta Guga Kuerten.