Partiendo de la base de que el Real Madrid del Centenario es un equipo cuajado y repleto de gente experimentada y curtida, se podría afirmar sin caer en la frivolidad que Flavio Conceiçao es un niño con toda una carrera futbolística por delante.

Repasemos. Hierro tiene 33 años y ha renovado hasta 2003 en vista de que le quedan dos temporadas a buen nivel. Zidane se ha convertido en el jugador más caro de la historia del fútbol, y este verano cumplió los 29 años... Figo no anda muy lejos y alcanzará al francés el 4 de noviembre.

Roberto Carlos, al que muchos vemos como si fuese un Peter Pan negro por su talante infantil, ya ha cumplido los 28... Pues resulta que Flavio, al que muchos ven casi como un veterano por su semblante taciturno y su perfil depresivo, es un crío de sólo 27 añitos recién cumplidos.

Tuvo la desgracia de aterrizar en el Madrid con el pubis hecho trizas. Forzó su suerte, eternizó sus dolencias y el quirófano le dejó en blanco en su primer año ídem. Flavio caía en ese estado de ansiedad que podría encontrar su origen en el llamado Efecto Prosinecki.

Fichar por el Madrid y pasar más días en el Centro Médico que en el césped del Bernabéu es difícil de asimilar. Pero Del Bosque fue el que recomendó el fichaje de Flavio y cree ciegamente en las posibilidades del brasileño. Si Fla limpia su mente, puede triunfar. Total, sólo es un niño.