Lo mejor que le podía pasar al Atlético a estas alturas de la temporada es lo que le sucedió ante el Zlin. Frente al modestísimo conjunto checo, el Atlético mostró todas sus debilidades y puso de manifiesto que aún queda todo el camino por recorrer. César Ferrando ha pedido tiempo, aunque éste precisamente no le sobra al equipo madrileño, que se la vuelve a jugar de nuevo este miércoles en Belgrado y, en teoría, ante un equipo de mayor envergadura. Lo importante, no obstante, es que se superó una eliminatoria, aunque los seguidores rojiblancos se llevaron el primer gran disgusto de esta larga temporada nada más comenzar. Los aficionados del Atlético estaban deseosos de ver a su equipo y se llevaron una gran decepción. Ferrando se reunió ayer con los suyos y seguro que entre todos han hablado de que la pobre imagen mostrada el sábado pasado no puede volver a repetirse.
Los refuerzos en el medio campo empezarán ya esta semana a entrenarse con el equipo. El técnico rojiblanco espera ansioso a Luccin y Colsa, aunque éste último ya ha hecho sus primeros entrenamientos de rojiblanco. Con ellos, la calidad en el medio campo se elevará y las posibilidades de creación de juego del Atlético serán mucho mayores. Lo ocurrido en el Calderón frente al Zlin puede servir, además, para activar la llegada de jugadores de corte ofensivo como Forlán o Cámara. El sufrir una bofetada como la recibida en la Intertoto ante los checos hora tiene remedio. Dentro de un mes, espectáculos así pueden tener peores consecuencias. Ferrando no quiere encajar goles a balón parado y recibió tres. El Atlético no marcó en casa, pero aún todo esto tiene remedio.