El FIFA World Player se juega en España

Ayer tocaba mirar a Suiza. En Nyon se produjo el sorteo para la fase de liguilla de la UEFA, novedad interesante en esta temporada, con ese rasgo original de los dos rivales en casa y los dos fuera. A mí en principio me suena bien. Mejor me suena que en los bombos hayan estado nuestros cuatro representantes, señal de que todos pasaron la primera criba. Y señal, a su vez, del buen nivel de nuestra Liga. Por la tarde llegó de Zurich otra buena noticia: de los 35 nominados al FIFA World Player, doce juegan en nuestra Liga. Más de una tercera parte del total. Otro baremo para medir el enorme potencial de esta Liga que disfrutamos.

Pero entre los 35, sólo un español: el infalible Raúl. Y no hay muchos motivos para la queja: ¿podría estar Reyes? Quizá, aunque es un poquito pronto. ¿Y Casillas? Pues, francamente, yo creo que sí, y más cuando vemos que aún anda por ahí Kahn. Pero el capítulo de reclamaciones no podría pasar de ahí. Señal de que tenemos una gran Liga, pero no tan buenos jugadores como nos gustaría. Ahí está la explicación de ese desinterés por la Selección, que se percibe ya estos días. Luis lucha por darle contenido y emoción a esta empresa que es de todos, pero la realidad es tozuda. Hay un abismo entre la Liga y la Selección.

Lo comprobamos una semana más en nuestra piel de aficionados. Esta semana cambia el teatro, cambia el decorado, cambia la obra. No hay partidos en el Camp Nou, en el Bernabéu, en Mestalla, en el Calderón. Hay partido en un escenario digno, pero menor. No juegan Ronaldo, ni Ronaldinho, ni Zidane, ni Etoo, ni Beckham... De esos doce nominados sólo juega uno, Raúl, eje de ese equipo llamado España, que se enfrenta a un contrario aún más irrelevante, Bélgica. Y de ahí a un estadio aún menor, con un rival aún menor, Lituania. Un fútbol inevitablemente pobre por comparación con el que vemos cada semana en la Liga.