Raúl, Casillas, Irureta y Mauro Silva

Raúl cumple quinientos partidos y Casillas, la mitad. Dos referentes del madridismo y dos muestras más del valor estable y diferente del jugador-cantera, imposible de sustituir por las grandes figuras del mercado. Lo que se pueda decir de estos dos se puede decir de Puyol o de Xavi, del Niño Torres y de tantos otros en tantos otros equipos. Cuando un jugador viene bien, merece la pena abrirle las puertas porque ofrece un plus de interés y de identificación. Eso de que para entrar tiene que llamar a la puerta hasta derribarla, suena bien... si se hace con todos. Porque Celades, Owen, Woodgate y Samuel no han tirado ninguna puerta.

El valor de la cantera en el Madrid se percibe más que nunca en estos días. En plena confusión, Casillas, Raúl, Guti, Pavón y hasta el entrenador, García Remón, canterano él mismo, aportan la poca estabilidad que aún mantiene al equipo a flote. En torno a estos nombres y a algún otro puede edificarse la reconstrucción de un grupo que sufre, antes que nada, la caída de forma de sus galácticos, que en algunos (Ronaldo, Beckham) parece remontable, pero en otros (el resto) se adivina definitiva. Y particularmente en Roberto Carlos, el que más ha aportado de todos, aunque no se le haya valorado como merecía.

Como el Depor ha ido notando la decadencia de Mauro Silva en los últimos tiempos, y más aún su ausencia en los últimos partidos. El Depor es equipo sin cantera, que se reduce a Fran. Pero en su caso el hilo conductor lo representa Irureta, que puede con todo. A veces cruje, pero nunca se rompe. Un día habrá que hacerle una estatua. Con él al frente el Depor ha vivido jubilosas victorias en Parque de los Príncipes, Camp Nou, Old Trafford, Santiago Bernabéu, Highbury, Olímpico de Munich, San Siro y Delle Alpi. Ahora pretende añadir otra muesca a la culata de su revólver, la de Anfield. Vuelve Mauro Silva, así que todo es posible.