Le pido al estamento arbitral que siga en sus trece y que esta temporada no le piten ningún penalti al Atlético. En el Calderón ya estamos hartos de victimismo y sabemos que existe la justicia cuando nos colocan en el mismo plano de Numancia, Albacete y Valencia a falta de tres partidos para la conclusión de la primera vuelta. Las faltas y tropelías que los defensas cometen sobre Torres, un domingo sí y otro también, dentro del área son cantos de sirena. Su sentido de la equidad es admirable a la hora de dictaminar una pena favorable a los rojiblancos.

Incluso asumimos la que nos viene encima con la cita del 9 de enero contra el Real Madrid. Nos da lo mismo todo. Más mérito tendrá si al final conseguimos la Champions. Lograr completar un ejercicio futbolístico sin que vean un penalti a favor del Atlético, cuando tenemos al Niño en nuestras filas, que es uno de los delanteros más veloces, inteligentes, ligeros y que más leña reciben de sus marcadores en toda Europa, parece un chiste de mal gusto. Desde que el fútbol es fútbol, los atléticos sabemos que tenemos perdida la batalla en cuanto a los caballeros de negro. Masacrarnos parece que es la línea más recta para conseguir la internacionalidad. Lo que al menos pedimos es que lo hagan con compostura y no con la tomadura de pelo de Moreno Delgado ante el Deportivo.