Vanderlei ya sabe lo que tiene. Descontados los galácticos (algunos de los cuales ya no son lo que eran) y Morientes, lo que queda es ese grupo que se vio en Valladolid. El vaciado de la plantilla que inició Florentino tras la salida de Del Bosque no se ha visto correspondido por una buena cosecha de la cantera, ni siquiera una cosecha regular. Así que lo que queda es eso, y da para lo que da: para aguantarle mal que bien un cero a cero al Valladolid, con cinco defensas y con el buen oficio de César detrás. Por arriba, ni asomarse prácticamente. Por eso viene Gravesen y a él le tendrán que seguir bastantes más este verano.

Encuentro quien discute este fichaje. No es jugador para el Madrid, me dicen algunos exigentes. ¿Para qué Madrid no es jugador? Para el que de aquí a junio tiene que pelear tres competiciones sí es jugador. Tiene mejor manejo de lo que piensan los que le confunden con Tofting (como bien advirtió Maldini), tiene fuerza y tiene cuajo de jugador hecho. Aclaro que Tofting era su compañero en la media de Dinamarca en la Eurocopa, pelón como él, igual de feo, más bajito y bastante bruto. Gravesen tiene una cara que asusta por su expresividad quizá excesiva, pero es jugador que puede hacer mejorar casi cualquier equipo.

Otra cosa será cómo resuelva Vanderlei la nueva ecuación que se le plantea. Dado que, no nos engañemos, Beckham ha de jugar, puede meter a Gravesen en la media con Guti y llevar a Beckham a la derecha, a Figo a la izquierda y quitar a Raúl o a Zidane. De momento, ante el Zaragoza es muy posible que falte Raúl, por lesión muscular. Vanderlei encontrará así una solución al problema, como le ocurrió a García Remón, que cuando llegó tenía lesionado a Beckham. Pero ¿y cuando estén todos? Ahí, en ese manejo, empezaremos a conocer mejor a Vanderlei. De momento va saliendo adelante con lo que tiene. Y que ya tiene algo más: Gravesen.