Siempre fue un chulo, pero va bien

Siempre fue un chulo, pero va bien

Habrá quien crea, leyendo lo que José Mourinho dijo ayer, que a este tipo se le ha subido la fama a la cabeza. Nada más lejos de la realidad: Mourinho, que llegó al fútbol como intérprete de Bobby Robson, siempre ha sido un chulo. Chulo: descarado, atrevido y también picaresco, según el Larousse. En cuanto se enfundó la ropa de faena de aquel Barça del primer gran Ronaldo, Mourinho creyó que el fútbol lo había inventado él. Por eso no debe extrañar que ahora, que se ha convertido en el entrenador de equipos que han ganado Ligas, Copas, Uefas y Champions, hinche su pecho portugués y arree mandobles a todo quisque.

Lo gracioso es que Mourinho tiene razón: cuatro días en el fútbol de alto standing y ya ha ganado tantas Champions como el Barça: una. Esto demostraría dos cosas. A: lo que para algunos clubes centenarios es harto difícil, para los intérpretes convertidos en técnicos chuletas resulta tan sencillo como cobrar una millonada. Y B: que hará bien en espabilar Mourinho ante el Barça, porque Rijkaard es casi tan novato como él, así que a lo mejor conoce los arcanos que lleven a Ronaldinho y compañía a levantar la segunda orejuda culé. Ecuación final: si hasta Mourinho ha sido campeón de Europa, ganarla no debe ser tan complicado. De momento, el luso ya calentó el ambiente. Hoy habrá quien le responda desde el Camp Nou o alrededores. ¿El sabor de la vieja Copa de Europa? Quizás sea éste el perfume que la antigua dama estaba perdiendo, entre tanto pinganillo en la oreja y tanto seguimiento online. Si Mourinho sirve para recuperar aquel espíritu, bienvenido sea el intérprete.