Pagando un peaje ya esperado

Pagando un peaje ya esperado

Esto es lo que hay y no es poco, la verdad. Es lo que hay en defensa y en ataque, aunque es cierto que los goles encajados en Bilbao llamaron la atención en cuanto a lo negativo y a lo reiterativo, ya que no es la primera vez que la zaga hace aguas y, lamentablemente, no será la última. Pero es que la plantilla del Levante es novata en Primera y éste es el peaje que hay que pagar. Un precio que incluye que los jugadores fallen, que en lugar de despejar, pierdan el balón con todo el equipo saliendo o que el delantero centro rival esté solo en el corazón del área. Pero es que Culebras (salvo el fugaz debut con el Numancia) se estrena en la categoría, al igual que Jesule o Pinillos. Era de esperar que cometan errores de ese tipo. Seguramente, aprenderán de ellos y en el próximo ejercicio serán mejores futbolistas, porque en esto, la experiencia es vital.

Ahora bien, al igual que la defensa no está todo lo bien que sería deseable, le ocurre lo mismo al resto de las líneas. Arriba, Sergio García debe tener siete ocasiones para marcar una. Lógico. El próximo año marcará cada cinco. Es la evolución normal y si ya fuera un goleador formado, el Barça no lo habría cedido, pero el Levante ya sabía lo que incorporaba y aceptó las reglas del juego. Y es así porque no se puede aspirar a otra cosa, porque lo contrastado cuesta mucho dinero y los equipos humildes tienen que apechugar con su economía y bien que hacen. Cuando el club azulgrana confeccionó su plantel, apostó por un bloque procedente de Segunda, que debe pasar el aprendizaje necesario y eso incluye perder partidos, regalar goles y fallar ocasiones claras. El grupo se está curtiendo y, aún así, va a ser suficiente para salvarse. Estupenda noticia.