Este chico va a ser muy grande

Este chico va a ser muy grande

Es un genio y tiene genio. Sí, sí, Rafa Nadal. Le sobra casta, por eso ha ganado en Montecarlo en una final extraordinaria y digna de Roland Garros Frente a Rafa estaba Guillermo Coria, una roca, un tenista descomunal sobre tierra batida, el hombre incansable, un tipo que no se rinde nunca, que lo devuelve todo, que cuando te confías cambia el ritmo, que alterna golpes blandos con derechas brutales. Coria es un gigante en estas pistas. Y sólo le podía abatir alguien más grande que él: nuestro Rafa Nadal. Y lo ha hecho a mandobles, golpe por golpe, con raquetazos explosivos.

Y esto es sólo el principio. Yo creo que Nadal, que recuerda al Hewitt en su primera época, será muy pronto número uno, porque tiene agresividad, potencia, un físico espléndido y ganas de comerse el mundo. Ayer, en el cuarto set, cuando Coria mandaba obuses con la derecha y se puso 4-4, y se avecinaba un final igualado e impredecible, Nadal se agarró a la pista como sólo lo hacen los campeones, y sacó golpes imposibles y hasta llegó a las magistrales dejadas de Coria. Fue ahí, a la hora de la verdad, cuando a tantos se les vuelve la mano de mantequilla, cuando Nadal lució en toda su plenitud. Y venció como lo que ya es: un grande del tenis. Vamos a disfrutarlo, porque este chico lo va a ganar todo.