La dura senda de Bjorn Borg

La dura senda de Bjorn Borg

En 1975, con 19 años exactos, los que Nadal cumplirá durante Roland Garros, Bjorn Borg alzaba en París los títulos individual y de dobles. Pero el robot sueco, el IceBorg, ya había alzado su primera Copa de los Mosqueteros en 1974... con 18 añitos recién cumplidos, tras una tremenda final con Manuel Orantes: Borg cedió los dos primeros sets a Orantes, pero, implacable, aplanó al zurdo granadino en los otros tres. La tierra rojiza de Roland Garros y el Bosque de Bolonia se iluminaron con la aurora boreal del fenómeno sueco, que ganó hasta seis títulos en París ¿Puede Rafael Nadal seguir la senda del IceBorg...? Borg era un prodigio de fitness: como un gurú esquimal incansable, de físico y concentración inhumanos. Ganaba por el sometimiento de todas las fibras a esa concentración glacial, sin fisura ni sentimiento. Nadal es el fuego que abrasa, un Ejército Rojo de un solo chiquillo. Pero qué chiquillo. ¿El Borg del Siglo XXI? A ver: si Rafa sale adelante en París tras ensartar batallas asesinas a cinco sets como ésta de Roma, entonces sí es Borg: más Matrix y Batman, vaya.

Su desgaste físico llega a sobrecoger. Por competitividad y emoción, Nadal resiste y gobierna torneos terrícolas que salvo las finales, se han jugado al mejor de tres sets. La galopada viene siendo tan abrasadora que, cuando Roland Garros se echa encima, el entorno de Nadal (Toni, su tío y entrenador y su agente, Carlos Costa) calibró la renuncia al Masters Series de Hamburgo, que empieza hoy en la Alemania que celebra el 60 aniversario del fin de la II Guerra Mundial. Pero, con la ATP vigilante, Nadal jugará. El ardiente Ejército Rojo de Manacor desembarca en Hamburgo. A la caza del helado rastro del IceBorg. Algo se va a derretir aquí...