Tras la etapa de ayer tengo la impresión de que se perdió una oportunidad de oro para un superclase como Valverde. El español estuvo inmenso, permaneció con los mejores tras el ataque de Vinokourov y cuando se paró la carrera supo volver atacar. Pero el que falló fue su equipo, el Illes Balears. Durante la primera parte de la etapa, con la fuga, se pusieron a trabajar tarde. No se puede permitir que seis corredores peligrosos cojan una diferencia de seis minutos. Con estas distancias, Arrieta y Chente trabajaron duro y lograron reducir diferencias. Pero me volvieron a defraudar a falta de ocho kilómetros. Creo que tanto Mancebo como Karpets tenían que haberlo dado todo para echar la fuga abajo y no ha sido así, y los dos escapados han llegado a meta.

No me sirven las disculpas de Unzué, tenía que haber puesto a más gente a trabajar porque Valverde tenía un 98% de posibilidades de ganar. Aunque hubiera sacrificado a Mancebo. Lo importante es que Alejandro no ha fallado y el Tour es muy largo. Para hoy creo que veremos más de lo mismo. Hemos comprobado que los corredores del T-Mobile están fuertes y van a plantear batalla a Armstrong que, por cierto, se ha visto muy sólo, sin respaldo de su equipo y no es normal. Si se repite la misma historia que hoy creo que gente como Vinokourov, que es muy agresivo, se puede crecer al ver al líder tan sólo, aunque de momento no se le hayan visto fisuras. Ojo con Klöden, que con la fuga de ayer es un serio candidato al segundo puesto.