El éxito no se consigue por azar

El éxito no se consigue por azar

Los grandes pilotos, los nacidos para la gloria, no son sólo los más rápidos. Claro que la esencia de la competición consiste en ir lo más deprisa posible, pero para alcanzar ese objetivo final hace falta mucho más que talento. El mejor es el más completo, dentro y fuera de la pista. Una cualidad que atesora como para exportar Fernando Alonso. Y no lo decimos nosotros, sino que lo aseguran con convencimiento los hombres que trabajan junto a él en cada gran premio, quienes mejor le conocen como profesionales y quienes mejor pueden valorar su aportación determinante al éxito del equipo Renault. La Fórmula 1 es un deporte extremadamente complejo, donde nada se deja al azar y en el que intervienen tantísimos factores que la posibilidad de error es alta. De ahí que la actitud del piloto, que al final es el que se la juega en pista, prevalezca sobre todo lo demás.

Ese rigor, esa seriedad, ese esmero, esa precisión, ese talante, esa concentración son los que hacen único a un campeón como, no lo duden, será el asturiano. La prueba indiscutible del valor añadido que representa Alonso la encontramos en su propia escudería, en su compañero. Giancarlo Fisichella es también un hombre rapidísimo y, despreciando insostenibles argumentos de cualquier trato de favor hacia el español, la temporada de ambos es sencillamente incomparable. Vivir por y para las carreras es algo que no todos están dispuestos a hacer, lo que les aleja del único rumbo que conduce hacia el triunfo. La historia de los deportes del motor (no sólo de la F-1) rebosa de promesas que no pasaron de eso por no tener claras cosas que para 'Nano' son tan evidentes como que amanece cada día. Sin duda, otro motivo para el optimismo generalizado...