Miguel Cuesta, consejero de seguridad del Cádiz, quedó fascinado mientras veía en el prestigioso programa de Canal Plus El día después como unos de sus más destacados comentaristas, Michael Robinson, siempre hablaba del eterno 'Submarino Amarillo' con cariño y simpatía. Por ello se decidió a llamarle, siendo el comienzo de una bonita y sincera amistad. Entre Cuesta y su presidente, Antonio Muñoz, se las ingeniaron para que Robin entrase a formar parte del Consejo de Administración cadista. Eran tiempos duros en Segunda B. El Cádiz se acababa de salvar de una casi segura desaparición y Miguel Cuesta se pateaba todas las empresas, redacciones de periódicos, etc, en busca de todo tipo de ayudas, colaboraciones, intercambios y patrocinios. En muchos casos llegó a estar un mes a las puertas de alguna empresa esperando a ser recibido por el clásico ayudante, del ayudante, del ayudante, del director de marketing. Felizmente, hoy es al revés. Todo el mundo busca al Cádiz.

Un ejemplo del carisma que tiene el ex jugador de Liverpool y Osasuna lo vivimos en Olvera, una preciosa localidad de la provincia de Cádiz donde tiene una peña con su nombre. Firmó más autógrafos que Kournikova, y recibió tantas muestras de afecto y sentimiento cadista, que las pocas dudas que le surgieron sobre la conveniencia de continuar siendo consejero se le disiparon. El Cádiz y Robinson están unidos para siempre. Lo que empezó en Segunda B continuó con el fichaje de Oli, tras una llamada del asturiano (bendita llamada) y hoy se disfrutará en Primera. La Tacita de Plata es el nido de Robin. ¡País!