NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Charleroi : el fantasma del caso Bosman

Actualizado a

El Charleroi es un modesto club belga que, avanzada la última temporada, tenía la posibilidad de meterse en Champions. Su jugador más brillante era el marroquí Oulmers. Metido en su empeño de llegar a la Champions, el Charleroi intentó disuadirle de que acudiera a una convocatoria de su selección para jugar un Marruecos-Burkina Faso, amistoso. Pero Oulmers fue a jugarlo, tal y como obligan las normas FIFA. Y se lesionó de gravedad: ocho meses de baja. El Charleroi entró en barrena y el sueño de Champions se esfumó. Ahora pleitea contra la FIFA, a la que pide una alta indemnización. Y detrás está el G-14.

La sentencia se espera para antes del Mundial y, caso de serles favorable, permitiría los clubes negar a sus jugadores a las selecciones o cobrar compensaciones por ello. ¿Y debe ser así? Veamos un caso próximo: Zidane. Al Madrid le costó 14.000 millones de pesetas, a dividir en seis años de contrato. Entre eso y lo que él mismo cobra, Zidane le sale a su club por unos 70.000 euros diarios. Pero cuando Francia lo necesita se va allí y deja de jugar con el Madrid. Y a lo peor se lesiona. El club lleva 29 días sin contar con él. Más de dos millones de euros inmovilizados... y el lucro cesante por malas consecuencias deportivas, como la caída en Lyon.

Los clubes pagan a los jugadores. Las selecciones disponen de ellos cuando quieren. El fútbol de clubes y el de selecciones deben coexistir. Ambos hacen feliz al aficionado. Pero FIFA y UEFA han entrado en una dinámica de agresivo abuso, aumentando el calendario de selecciones e imponiendo su posición dominante de reguladores del mercado y competidores en él al mismo tiempo. Han forzado la situación con casos como la Copa Confederaciones o la interminable fase premundial de América, que antes se resolvía en tres grupos. Sin tan intolerables abusos, no hubiéramos llegado a los tribunales. Pero ahora estamos en ellos.