El Madrid ante su mes sin Ronaldo

El Madrid ante su mes sin Ronaldo

No hay jugador igual, y lo digo en muchos sentidos. Ni tan decisivo ni tan necesitado de ir a su aire. Ahora mismo está pidiendo pasar la convalecencia en Brasil, deseo que pondrá en un nuevo apuro al club. Seguro que se lo concederán. No hace falta recordar el rosario de concesiones del Madrid a este jugador. Es algo que no tiene precedentes. Pero tampoco hay un goleador tan seguro, un jugador de presencia tan intimidante, ni uno con un espíritu tan libre, tan carente de sentido del pecado, tan feliz consigo mismo, con el fútbol, con el gol, tan refractario a las obligaciones tácticas, a los entrenamientos duros.

Ronie es Ronie, diría Boskov. Y ahora no está. Alguien me dijo que tenerlo es como tener el arma nuclear: "Si la guerra te va mal, tiras la bomba atómica y se acabó". Ahora el Madrid va a estar un mes sin él es decir, obligado a la guerra convencional. Baptista hará de nueve. Su rendimiento es una intriga para mí. Es un goleador, pero un nueve que viene de atrás, con potencia para rematar, pero también con panorama para capar la rendija en el área cuando merodea fuera de ella. ¿Da eso para ser un nueve de verdad, metido dentro, sin la ventaja del panorama, a la espera de lo que caiga? Tiene físico y remate. Pero ¿y el oficio?

Esta noche empezaremos a saberlo. Por si acaso está ahí Soldado, futbolista aún en los últimos episodios de su formación, pero que sí es un nueve. Un especialista. Pero mi atención ante el partido de hoy se escapa a otro jugador, Robinho, de cuya aparición estelar en Cádiz no me puedo olvidar, como no me puedo olvidar de todo lo que le he visto en el Santos. Me consta que le han dado malos consejos: que no chupe, que entregue en corto, que se someta al movimiento de todos. Justo lo contrario de lo que pasó en Cádiz: todos se sometieron a sus movimientos. Ese era el jugador que compró el Madrid. Y ahora lo necesita más que nunca.