Mañana en Riazor, otra noche sin Ronaldo. Y quedan más. Al Madrid se le hace de noche cuando él no está. Y no sólo por lo que hace, si no por lo que parece que hará. Es el único jugador imprescindible. Hay otro innegociable en el campo: Pablo García y otros tres necesarios sobre los que no daré pistas. Pero es fácil. Los demás son prescindibles y utilizables según sople el viento. Guti fue titular por cuarta vez en la Liga de ocho posibles. Hizo un fútbol corriente, aderezado con su finura, pero ahogado. Sin espacio, ni sabe buscarlas. Necesita partidos desarmados, de poco control y distancia. De otro modo, su fútbol es más aparente que real.

Y mañana, un Depor titubeante y ciclotímico como el futbolista que les sostiene, Munitis. Pero a los de Caparrós les crecerá el flujo sanguíneo y rebosarán adrenalina. Pueden tontear y perder contra quien sea, pero como todo equipo que ha perdido fuste, sólo se arman y estimulan cuando les visitan los grandes. Especialmente el Madrid. Además, las bajas madridistas, pondrán a prueba la imperiosa necesidad que tienen de Ronaldo. Si el Beckham no es redimido a ver qué hace Luxa. Debería ser sencillo. Pero...