Era la hora de dar la cara

Me consta que, cuando acabó el clásico, algún jugador del Madrid sufrió para tragarse las lágrimas ante las cámaras y esperó a estar con su gente para desahogarse. Pocos, eso sí. Yo disfruté del Barça en el Bernabéu y después fui a la zona mixta a hablar con los madridistas. Esperaba humildad y la encontré, pero sólo de Guti, Zidane, Salgado, Pablo García y Casillas, los de siempre. El resto salió por otra puerta y, los que pasaron a nuestro lado, ni nos miraron.

Conozco bien a Guti y me impresionó mucho encontrarle desencajado. Nunca le había visto así. Me temo que pensaba que era imposible que se cometiera otra injusticia con él, pero volvió al banquillo. Aún así, dio la cara. Pidió perdón a la afición y se confesó tan culpable como el resto. Sé que ayer pasó un día duro y que no dormirá tranquilo hasta que esto cambie. Por cierto, sólo había un chico del Castilla: De la Red. Se quedó en la grada y se fue destrozado. No digo que con canteranos en el campo se hubiera ganado. Pero ellos nos habrían ilusionado más. Seguro.