Cirrosis, cáncer... doping

Cirrosis, cáncer... doping

Ayer hubo una manifestación de apoyo a Heras en Béjar. Gestos de solidaridad entre paisanos son de agradecer. Si no te defiende tu propio hermano ¿quién lo va a hacer? Pero una vez demostrado que Heras corrió con EPO (vale, quien quiera creer que el método no es fiable que lo crea, pero la EPO estaba ahí), lo que hay que hacer es una manifestación contra los druidas que se la administraron. Porque, no sé si nos daremos cuenta, pero lo que está en juego no es que nuestros ciclistas ganen más o menos carreras, sino su propia salud. Me remito a un informe de Manuel Vitoria, catedrático de Medicina: "El exceso de hierro en el organismo conlleva el riesgo de provocar a medio plazo cirrosis y cáncer de hígado o de riñón".

El doctor Vitoria recogió los resultados de aquellos controles sanitarios sobre 200 corredores que la ministra Buffet ordenó a raíz del escándalo del Tour 98 y las conclusiones fueron tremendas. Se constató un 90% de casos con anomalías en el metabolismo del hierro y de sobrecarga férrica. "Este parámetro hace pensar en un consumo intensivo de EPO asociado a inyecciones de hierro para favorecer la fabricación de glóbulos rojos", decía el doctor Vitoria, quien llegó a la conclusión antes apuntada sobre los riesgos a que se enfrentan los ciclistas que se dopan. Esto es lo que tienen que saber los propios corredores, sus paisanos y el mundo entero. Para dejarnos de tonterías cuando lo que está pasando es que envenenan a nuestros jóvenes.