No pasa nada, pero cuidadín

El Barça ha perdido dos partidos seguidos, algo que no le ocurría desde que el cochecito que conducía Rijkaard llevaba una L blanca sobre fondo verde, mientras Laporta le pagaba un sueldo como si ya fuera un conductor experto. No pasa nada, dicen los confiados, los optimistas y, todo sea dicho, los culés menos representativos. Porque los otros, los de verdad, hace tiempo que vienen entonando el uyuyuy y accionando las palancas del cagómetro, desde que se lesionó Xavi, salió el Chelsea en el sorteo de octavos y Etoo se fue a la Copa de África.

Lo cierto es que pasar, no pasa nada. Pero cuidadín, porque los síntomas en torno al equipo no invitan a poner el cava a enfriar. Etoo ya ha sacado los pies del tiesto con su machada en Mestalla, en un claro desafío a las consignas tácticas de Rijkaard. El camerunés sabe que ni este entrenador ni ningún otro sería capaz de dejarlo en el banquillo, y con esa ventaja se atreve a echarle un pulso. A pesar de los casi tres años de calma en el Camp Nou, Etoo sigue siendo Etoo, un carácter indomable, como buen león que es. Y como le dé el siroco se caerán los muebles.