Zarraonaindia, viejo, grande y bueno

Zarraonaindia, viejo, grande y bueno

Zarra. Telmo Zarra. Telmo Zarraonaindia. Zarraonaindia: viejo, grande y bueno. Así era cuando le conocía: viejo, grande y bueno. Le llamamos, cuando yo estaba en Canal +, para hacer un reportaje sobre su forma de cabecear. Yo le había explicado a Robinson aquello de que Zarra había sido la mejor cabeza de Europa después de Churchill e improvisamos un reportaje-juego que salió perfecto. Alguien del Athletic, cuyo nombre silenciaré piadosamente, se ofreció a centrar desde la banda. Centraba tan mal que hubo que emplear mucho tiempo y mucha paciencia hasta conseguir dos o tres tomas buenas. Aguantó con una cortesía ejemplar.

Viejo, grande y bueno. Así era cuando tuve mi único contacto con él, que aún recuerdo con veneración. Zarra fue el nombre más importante de nuestro fútbol entre Zamora y la gloriosa legión de importados que arrancó en Kubala. Su gol a Inglaterra en el Mundial de Río de 1950 puso en pie a toda España, que lo escuchó en directo en la voz de Matías Prats, el otro genio de la época. Prats no sabía hacer el sonido 'ce', porque aprendió a hablar con el seseo andaluz. Lo sustituía por 'efe'. Así que cantó gol de Farra. En aquel Mundial fuimos cuartos, con Zarra en el eje del ataque. Aún no hemos superado eso.

Estaba enfermo, pero nos bastaba saber que seguía ahí. Ahora se ha marchado allá arriba, donde le espera Gainza, el extremo izquierda que le dio tantos goles, entre ellos aquel celebérrimo contra Inglaterra. Pero sigue entre nosotros, porque es inmortal. Está en las fotografías, en las estadísticas, en las imágenes del NO-DO, en el recuerdo de los viejos aficionados, y de los no tan viejos, pero que aprendimos cuando retumbaba su eco. Y en ese reportaje con Robinson, que por algún sitio estará guardado, y que me gustaría que mis viejos compañeros rescataran y reemitieran uno de estos días.