Ya era hora de poder sacar pecho para ir al Bernabéu. Ni me importa para nada lo que pueda poner sobre la cancha la gente de Florentino Pérez. Pepe Murcia ha conseguido el milagro de que los colchoneros estemos como locos con nuestra gente. No tenemos dudas de que si Fernando Torres, Maxi y Petrov sale con el turbo puesto de las seis últimas victorias los blancos poco pueden hacer. Ni siquiera voy a estar atento al árbitro. Ahora mis rogativas se centran en que Ibagaza llegue con las pilas puestas y repita actuaciones memorables como las que ha realizado en ese escenario con el Mallorca. Nuestro fantasma seguirá siendo Casillas que en este tipo de partidos nos tiene tomada la medida y siempre parece un muro complicado de superar.

Este Atlético imparable tiene que tener una semana tranquila y en especial en el vestuario se tienen que olvidar miedos pasados, se me estremecen las carnes pensando en el planteamiento de Bianchi en la primera vuelta, y saber que si mantienen el nivel actual pueden bajar del pedestal a cualquier. No es casualidad que haya sido el único conjunto en Europa capaz de ganar en dos ocasiones al todopoderoso Barcelona. La mordiente y el pressing que hacen la delantera suele provocar dolores de cabeza a los rivales. Es el momento de dar el salto de calidad y no ser mediocres en cuanto a las ambiciones. La séptima pondría a los atléticos en el camino de luchar hasta por la Champions, ya que no existe nadie por arriba que este en un momento arrollador.