Programas, nombres y votos por correo

Programas, nombres y votos por correo

Vaya por delante que en el suplemento que sigue los candidatos son presentados en orden a la antigüedad de sus números de socio y el espacio que se les concede trata de ser todo loequivalente que permiten los módulos publicitarios. Dicho esto, consignar también que sus programas deportivos se ilustran con la imagen de su "crack soñado", un deseo que se expresa en la mayoría de los casos sin más rigor que el que tendríamos nosotros a la hora de elegir a la actriz con la que nos gustaría pasar la noche, sin que importen en este tipo de ensoñaciones lo que piense la interfecta, su marido, el Milán y la Metro Goldwin Mayer. Y es normal. Más allá de los directores deportivos, ni entrenadores ni futbolistas se quieren vincular formalmente a ningún candidato porque ni hay favorito claro ni ganas de cerrarse puertas. Del Bosque, técnico preferido para Palacios, Lorenzo y Baldasano, es el mejor ejemplo de quienes se dejan querer. A pesar de las precauciones de esos que podrían ejercer como reclamo, Ramón Calderón

es quien parece más convencido de la necesidad de apoyarse en figuras reconocidas, mientras el resto de candidatos son más reacios a dar nombres, ya sea por romántica filosofía o por simple incapacidad. La pregunta es si se pueden ganar las elecciones sin el reclamo de un crack, si basta con la exposición de un programa que en sus líneas maestras coincide con el del adversario: recuperar los viejos valores madridismo y volver a ganar. Personalmente, dudo de que un plan, por original que sea, resulte suficiente para cautivar a los socios. Figo fue decisivo en la victoria de Florentino en 2000 y en 2004 le fue muy útil haber fichado antes a Zidane, Ronaldo y Beckham. Por mucho que se haya tanteado al entorno de los jugadores, dar nombres es precipitado y, en algún punto, farolero. Pero es mejor que trapichear con el voto por correo.