Un arma de doble filo para Pedro

Un arma de doble filo para Pedro

De la Rosa vuelve a la carga, una estupenda noticia para todos. Me alegro de que sea así primero por Pedro, un magnífico piloto pero tanto como un tipo perseverante, honesto e íntegro. También es una satisfacción para nuestro automovilismo, que durante el resto de esta temporada de Fórmula 1 tendrá dos representantes en la parrilla, ambos en coches ganadores y que seguro nos van a hacer disfrutar mucho cada domingo. Está claro que el campeón, Fernando Alonso, nos mantendrá en vilo en su camino hacia un nuevo título a los mandos de su Renault, pero el catalán tiene todo lo necesario para darnos dulces alegrías aunque, desde luego, tampoco será fácil. La gran oportunidad que le brinda McLaren es un arma de doble filo, por la responsabilidad y presión que conlleva.

Pedro se sube en el MP4/21 cuando el monoplaza no atraviesa su mejor momento respecto a la competencia, básicamente Renault y Ferrari. Ni Raikkonen ni Montoya han sido capaces de estar a la altura de las expectativas y pretender que el español lo haga ahora puede ser una pesada losa para su indiscutible talento. En su contra también aparece el nerviosismo latente en la escudería británica y la exigencia que supondrá sentirse examinado en cada carrera. Pedro puede con esto y mucho más pero el reto, insisto, es mayúsculo, sobre todo cuando Alonso nos ha malacostumbrado a que todo lo que no sea un podio sabe a poco. Pero pase lo que pase, que nos quiten lo bailao De momento, este domingo en Magny-Cours, ya tendremos otro motivo para soñar.