Cicinho cuenta aquí que ha hablado con Kaká por Messenger y que el crack le ha dicho que está deseando fichar por el Madrid. Quizá haya cometido una indiscreción, pero nos aclara que el optimismo del Madrid es fundado. El padre del jugador es al tiempo su agente y su disposición al traspaso siempre ha sido óptima. Las razones son varias. Una es el dinero: Kaká aquí ganaría más, y no sólo por jugar al fútbol, sino porque en el Madrid llueven los ingresos publicitarios a los jugadores. Además hay razones de clima, de compañeros y de protagonismo en un proyecto nuevo, con él de estrella.

La venta de Shevchenko no le sentó bien a Kaká. Le dejó cierta sensación de desistimiento por parte del Milán, tras haber tenido tan cerca la Champions y no haberla ganado. En todo caso, las tres partes están esperando algo: la decisión de hoy de la UEFA. Una cosa es que el Milán se haya librado del Moggi-gate con una pérdida de puntos que no le descuelga de un puesto que da acceso a la eliminatoria previa de la Champions y otra que la UEFA le admita la inscripción. Eso se decide hoy. La UEFA discutirá si puede admitir en su competición emblema a un club sancionado por esas trampas.

No será decisivo, pero si el Milán no va a la Champions Kaká tendrá un argumento más con el que solicitar en Milán que se escuche al Madrid. Y pase lo que pase, aunque el Milán no sea excluido, Calderón no va a desistir. Es un convencido de las bondades del modelo de Florentino, del que piensa que sólo le faltó dejar trabajar en paz a la gente de fútbol. Pero no tiene duda de que el Madrid sólo es rentable si tiene a los más grandes. Y ahora que se han marchado, se están marchando o están a punto de hacerlo los galácticos que dieron el sello de origen, Kaká es pieza básica en la renovación.