El triunfo de Iban Mayo ayer en las Lagunas de Neila es muy importante para el futuro de la próxima Vuelta a España. La calidad de este ciclista es innegable, aunque haya hecho dudar a más de uno con sus últimas actuaciones. Con un Mayo al 100% la Vuelta ganaría muchísimo más en prestigio. Es vital para los aficionados españoles que todos los nombres que acuden a nuestra carrera están al máximo de sus posibilidades. Si Iban consigue alcanzar su mejor momento de forma tiene que reventar la prueba en la montaña y decidir quién será el campeón. No sé si él ganará porque cuando se habla de Mayo puede pasar cualquier cosa. Si continúa compitiendo al nivel que nos mostró ayer en Neila, no dudo de que estará arriba en la Vuelta.

Este año encendió la llama de la esperanza con su victoria en la etapa reina de la Dauphiné Libéré. Venció tras una gran etapa en solitario en La Toussuire, en la que dejó de lado a gente como Alejandro Valverde y Levi Leipheimer. Pero después tuvo que abandonar en el Tour de Francia porque no se encontró bien y esa llama se apagó. Yo me considero un tifoso incondicional de Mayo y espero que en esta Vuelta vuelva a brillar. El fuego del mes de junio de la Dauphiné debería producir un auténtico petardazo a partir del 26 de agosto en Málaga. Aunque sólo él sabe cómo afrontar la carrera. Debe dejar atrás sus problemas en el Tour y centrarse en sus opciones de triunfo, que son reales. Está en la mejor edad para el ciclismo y tiene que aprovecharlo.