Entre empatar a tres o empatar a cero

El Barça marca el paso y lo marca fuerte: dos partidos, seis goles, seis puntos. Y Etoo, tres goles ya. Etoo es el gran regalo que el florentinato le hizo al Barça, algo de lo que nunca podrá arrepentirse lo suficiente. El Barça marca el paso, decía, es el gran referente del momento, y frente a su estilo Capello quiere hacer valer el contrario, el del fútbol sin riesgos, ni para tí ni para mí, con la baza última de que si hay una sola ocasión que sea para mí, y que entre. De acuerdo a ese plan ha pedido los fichajes, y se los han traído. Tiene un once claro, el que salió ante el Anderlecht, el que sale hoy. Son sus once.

Un once sin Cicinho, sin Robinho, sin Guti... Sin Reyes, que acaba de llegar. Sin Ronaldo por ahora, y ya veremos cuando esté curado. Todos estos tendrán sus minutillos pero los once primeros son otros, porque en cada puesto escoge al que ofrece más seguridad pero menos fantasía. Salgado antes que Cicinho, Raúl antes que Robinho, Emerson antes que Guti... Y así todo, sin la menor concesión. Es lo que le gusta. Hace cuentas y dice que el año pasado, en la Liga, el Villarreal llegó a puerta diecisiete veces en el Bernabéu, y que este año apenas llegó. Eso es lo que busca, eso es lo que le gusta.

Claro que no cuenta cuántas veces llegó el Madrid el año pasado, y cuántas este. Yo no lo voy a repasar, pero sí les recordaré el resultado. Tres a tres entonces, cero a cero esta vez. Empate por empate, ¿qué prefiere usted? Pero es su línea y para eso ha venido. Una línea de trabajo que necesita de buenos resultados para pasar mejor, como esas medicinas que con un poquito de azúcar son más tolerables. Hoy tiene una salida de las que se pueden considerar fáciles, ante ese Levante reconstruido de la mano de López Caro, goleado en Sevilla, centenario hoy. Un partido para espantar excusas.