La inminente contratación de Higuaín trae algunas lecturas de profundo calado. Entre ellas, la que se refiere a Ronaldo y su destino, que se torna oscuro en el Madrid, si ya no lo era. El Pipita llega de River con un cartel goleador sensacional. Es un chaval rápido, intuitivo, ágil, descarado y tiene 'hambre'. Es un delantero centro de amplio recorrido, con un perfil moderno y el empuje de los dieciocho añitos. No añadiré más virtudes para entender que se le va estrechando el cerco a Ronie en este Real Madrid del Plan Renove. El debate está en la calle: ¿Ronaldo resistirá o ha llegado el final de su etapa vestido de blanco? No es por anticipar acontecimientos, pero entre los goles de Van Nistelrooy y la juventud de Higuaín, queda poco sitio para nadie.

Los 'ronaldistas' pueden encontrar razones para defenderle en esta dura competencia por un puesto. Es cierto que Ronie disfruta de un prestigio único, que intimida su sola presencia en el campo, que tiene una capacidad singular para definir. Y también aporta una alegría especial al equipo cuando anda bien. Pero me temo que Capello busca detalles en un delantero centro que Ronaldo no le ofrece. Para empezar, un esmero en la preparación física que, a la vista está, no ha alcanzado. Por si fuera poco, las lesiones le están minando cada vez que asoma la cabeza. La presión de Higuaín será una vuelta de tuerca en el ánimo de Ronie, que no está divorciado de Capello, pero tampoco enamorado. El brasileño va a tener que replantearse algunas cosas.