Hay vida más allá de la GP2

Hay vida más allá de la GP2

Sebastian Vettel me parece el joven con más talento de la nueva generación de pilotos. Puede que me equivoque, pero lo que ha hecho durante 2006 como probador de BMW, desde la primera vez que se subió en un Fórmula 1, me parece sencillamente prodigioso. Y por ello me parece una estupenda noticia que sus mentores hayan decidido que el próximo año compatibilice sus labores de tercer piloto con la participación en las World Series. Sí, un campeonato con pedigrí español que muchos daban por muerto con la aparición de la emergente y apadrinada GP2.

No se trata de patriotería oportunista. Simplemente de reconocer la labor de unos organizadores que no se han achantado ante el imperio anglosajón que manda en los grandes premios y en su entorno. La GP2, nadie lo duda, es un excelente camino hacia la F-1, faltaría más. Pero las World Series son más que una alternativa, son una opción que ha dado resultados como Robert Kubica, otro llamado para la gloria. Y debemos felicitarnos de que aquí no sólo tengamos magníficos pilotos (con presente y futuro) sino también gentes que saben cómo organizar grandes campeonatos.