David merece entrar en la historia

David merece entrar en la historia

A menudo nos dejamos arrastrar por la vida social de David Beckham y eso nos impide valorar sus méritos deportivos. Debutó siendo un adolescente en Manchester, fue internacional sin haber cumplido los veinte y aceptó el reto de salir de las Islas cuando lo tenía todo en Inglaterra. Ahora los números demuestran que es el jugador inglés que más tiempo ha durado en nuestro fútbol. Por esos extraños caprichos de este deporte, otros compatriotas arrojaron la toalla en décadas anteriores. Y es que no es fácil la adaptación a nuestro juego. Beckham lo ha logrado por tenacidad y por clase. A nadie le regalan la titularidad en el Madrid, por muchas camisetas que pueda vender en China o Estados Unidos.

Lo sorprendente es que bata el récord de Lineker a pocos días de quedar en libertad para poder negociar con cualquier club del mundo. Su renovación es un asunto extraño. Estando como están de acuerdo todas las partes, no se entiende que continúe sin plasmarse en un documento. El Madrid está jugando con fuego porque se puede encontrar con una sorpresa en el mes de enero. Sería una pena. Beckham está plenamente adaptado al club y a la vida de la ciudad. Lo normal es que en esas condiciones pueda rendir plenamente durante otras tres temporadas más. Llegaría pues con facilidad a los doscientos encuentros en nuestro campeonato, marca casi insuperable para otro futbolista inglés en el futuro. ¿Y Victoria? Bien, gracias.