No merece la pena detenerse en el infortunio que acosa al Athletic. Cada semana Mané y Ondarru pasan un examen en toda regla porque la enfermería no da abasto. Con el equipo apurado en la tabla, el margen de acción de los técnicos se reduce demasiado. Esta semana han caído Javi González y Garmendia. Mañana hay partido, así que conviene aparcar los lamentos y confiar en que la inspiración acompañe a los técnicos y la suerte le haga un guiño al equipo, a lo que queda de él.

Es en San Mamés y esto añade dificultad al asunto. Además, viene un Getafe crecidito, bien estructurado. El Athletic insistirá en la fórmula ya conocida, que simplifica la faceta creativa, preserva la tensión defensiva y en ataque lo fía casi todo al gran catálogo de recursos de Urzaiz. El ariete es la referencia y no recibe el suministro adecuado para hacer todo el daño que puede: apenas salen buenos centros de las bandas. Quizá ha llegado el día de dar marcha atrás y recuperar la derecha con Iraola. En la sala de máquinas, Murillo y Martínez. Si no cunde, bueno, 90 minutos dan para rectificar.