Iker está en papel de capitán

Iker está en papel de capitán

Cada día es más tangible el ideal estado de madurez que va alcanzando Casillas. Y me viene a la memoria una espera en el aeropuerto de Barajas, sentado junto a un Iker cabizbajo porque Del Bosque le había relegado a la suplencia. Estaba fundido, casi humillado, frustrado. Y le dije: "Tranquilo, amigo. Un día serás el capitán del Real Madrid y de la Selección española. Te acompaña una estrella". Supongo que él no se acordará de este episodio insignificante en su vida, pero quien esto firma apostaba sobre seguro en aquél lejano viaje. No puedo presumir de adivino, evidentemente, porque las virtudes deportivas y humanas de Casillas deslumbraban desde chavalín.

Hoy Iker está en condiciones de portar la bandera del madridismo puro. Ha pulido sus pequeños defectos de juventud, ha asumido un papel preponderante en el vestuario y es listo. Más aún que listo, es despierto. Está muy vivo entre los palos, concentrado, ambicioso, ágil y líder. El Madrid pelea por la Liga casi por su entera culpa, por algunas intervenciones de las que levantan de la silla.

Además ha conseguido tapar la boca a Capello, que allá por agosto empezó a ponerle en tela de juicio y alguna vez entre guerras cometió la osadía de minimizar sus paradones históricos. Casillas se ha mantenido entero ante las adversidades, confirmando que nadie le estorbará para hacer buena aquella elemental profecía del aeropuerto de Barajas: "Capitán del Madrid y de la Selección por muchos años".